El mindfulness es usado en el tratamiento de varios desordenes psicológicos, dentro de estos se cuentan los relacionados con patologías de la alimentación, donde han mostrado reducir los síntomas asociados a estos. Por ello, vamos a revisar qué dice la evidencia científica acerca de, la relevancia del mindfulness en trastornos alimenticios.
Antes de entrar en detalle, vamos a aclarar que los desórdenes de la alimentación son afecciones delicadas de la salud mental, en que un individuo tiene pensamientos o, comportamientos problemáticos/ patológicos sobre la comida, impidiendo que el cuerpo reciba los nutrientes adecuados para funcionar correctamente, ya que se puede consumir muy poco o mucho alimento.
Estas patologías pueden desencadenar en problemas serios de salud de tipo renal, cardiaco, sanguíneo, etc. Los trastornos alimenticios más comunes son la anorexia nerviosa, bulimia nerviosa, atracones, trastorno de binge, etc.
Los hallazgos científicos muestran, en términos generales, que hay relevancia del mindfulness en trastornos alimenticios, mostrando una relación inversa entre un alto desarrollo de los estados mindfulness y dichos trastornos.
En otras palabras, podemos decir que a mayor desarrollo de las habilidades involucradas en la práctica mindfulness, menos síntomas asociados a patologías alimenticias se observan.
Igualmente, individuos diagnosticados con trastornos alimenticios muestran menor desarrollo de los estados mindfulness que individuos sanos.
Esto cobra sentido, ya que mindfulness está en la teoría y, la práctica asociado con la regulación de las emociones y, esto es relevante para las patologías alimenticias.
Mindfulness y Regulación de las Emociones
La regulación emocional es un constructo multidimensional que incluye consciencia y aceptación de las emociones, tolerancia al estrés y, control sobre el comportamiento.
El mindfulness desarrolla las habilidades para regular las emociones a través de varias vías:
- Promueve la aceptación y, enfrentamiento de las circunstancias y, la no evitación o, escape de las emociones.
- Disminuye los pensamientos negativos repetitivos o, rumiación, ya que estos impiden la permanencia de la consciencia en el presente.
- Aumenta el sentido de interocepción, aquel que posibilita sentir, escuchar al cuerpo, pudiendo percibir de forma acertada los cambios que se dan en él.
Estados mindfulness y síntomas de trastornos alimenticios
Aunque en general, los estudios muestran que un alto desarrollo de los estados mindfulness está asociado con menor incidencia de trastornos alimenticios, algunos estudios sugieren que, en ciertos casos sucede lo contrario.
Vale la pena revisar a mayor profundidad los casos evaluados por la evidencia científica a la fecha para entender las diferencias en los hallazgos.
Este artículo se basa en 3 estudios científicos, para consultas directas vaya aquí, aquí y aquí, el último es un meta análisis que tuvo en cuenta el estado del arte en el tema que nos acoge y, fue publicado en el año 2020.
Este conocimiento permite un mejor enfoque y, direccionamiento en el diseño de los tratamientos terapéuticos que incluyan mindfulness.
Para ello vamos primero a definir mindfulness y desglosar los estados que busca desarrollar su práctica.
¿Qué es mindfulness y cuáles estados busca desarrollar?
El mindfulness involucra prestar atención al momento presente con aceptación y sin juzgar la experiencia, con mente de principiante.
Estados o, actitudes que trabaja el mindfulness
Mindfulness trabaja 5 estados de manera más o, menos independiente, es decir, se puede haber desarrollado un estado sin tener aún desarrollados los cuatro restantes.
De aquí extraemos que mindfulness es un proceso en constante evolución y, que para potenciar sus efectos la práctica debe ser continua.
Cómo toda habilidad en la vida, una vez adquirida cierta maestría, debemos seguir practicando, bien sea para perfeccionar o, mantener el nivel de destreza alcanzado.
Los 5 estados mindfulness a revisar son:
- Observar: notar las sensaciones internas y externas en el momento que surgen.
- Describir: etiquetar con palabras experiencias internas como pensamientos o, emociones.
- Actuar con consciencia: actuar en el momento presente con consciencia en la actividad en cuestión, involucra enfoque y voluntad.
- No juzgar: aceptar pensamientos o, emociones sin evaluarlos entre buenos y malos.
- No reaccionar: no apegarse a pensamientos y sentimientos, dejarlos ir y venir.
Estados mindfulness relevantes para el tratamiento de trastornos alimenticios:
La evidencia muestra que la correlación más fuerte entre estados mindfulness y trastornos alimenticios se da en “actuar con consciencia” y “no juzgar”. Un alto desarrollo de estas actitudes se relaciona con menos síntomas de patologías de la alimentación.
Por su lado, “describir” y “no reaccionar” aunque también muestran efecto positivo en relación con la disminución de síntomas, su impacto parece ser menor.
En contraste, “observar” muestra un grado de correlación bajo. Se requieren más estudios, sobretodo, de tipo longitudinal para aclarar la relevancia de este estado mindfulness en los tratamientos terapéuticos de los trastornos alimenticios.
Entonces, ¿Cuáles estados mindfulness son relevantes para disminuir síntomas de trastornos de la alimentación?
Antes de contestar esta pregunta de forma directa, es importante tomar en consideración lo siguiente:
Mindfulness es un camino cuya práctica permite la evolución natural del ser humano hacia el autoconocimiento.
Aunque hay técnicas de meditación que permiten un mayor desarrollo de ciertas habilidades o, actitudes, hay límites. Es decir, no puedo pasar de cero a “actuar con consciencia”.
Amas, faltan más estudios longitudinales que permitan establecer una clara relación causa-efecto entre mindfulness y patologías alimenticias.
Habiendo aclarado lo anterior, veamos cuáles estados mindfulness son más prometedores a la hora de tratar los TCA y por qué.
- Actuar con consciencia: esta actitud se relaciona con una disminución en los automatismos. Los automatismos son comunes a lo largo del día y, se definen como aquellas actividades que realizamos sin ser realmente conscientes de ello.
Esto sucede porque mientras el cuerpo físico actúa, la mente esta ida, bien sea planificando el futuro, rememorando el pasado o, fantaseando.
Entonces, altos niveles de desarrollo en la actitud “Actuar con consciencia” posibilita toma de decisiones conscientes relacionadas con la elección de comidas, lo que a su vez lleva a la disminución de los comportamientos automáticos en lo concerniente a alimentación.
Lo anterior impacta directamente en aminorar síntomas de patologías alimenticias, ya que justamente los automatismos actúan como un trigger a nivel de las mismas.
Actuar con consciencia permite a quienes padecen desórdenes alimenticios detenerse y evaluar sus elecciones, pudiendo elegir cursos de acción que los aleje de la patología.
También es posible que quienes tengan un alto desarrollo de ““Actuar con consciencia” puedan identificar situaciones o, condiciones del entorno que desencadenen las crisis alimenticias y detener el proceso antes de que sea tarde. Esto se ha observado en anorexia nerviosa y bulimia nerviosa.
- No juzgar: este estado se relaciona con la aceptación de pensamientos y emociones acerca del cuerpo y la comida, sin actuar sobre ellos cayendo en conductas mal adaptativas.
- No Reaccionar: se ha sugerido que un alto desarrollo en la faceta mindfulness “No reaccionar” posibilita el desapego a emociones conflictivas mientras se experimentan episodios de distrés, esto reduce la necesidad de utilizar la comida como un medio para regular las emociones.
Lo anterior contribuye en la disminución de los típicos “atracones” de la bulimia nerviosa.
Resumiendo la relevancia de los estados mindfulness en las TCA
Un alto desarrollo de estos tres estados mindfulness muestra de manera consistente una menor incidencia de desórdenes alimenticios.
Esto se explica porque promueven la consciencia y, aceptación de las emociones negativas, más allá de escapar de ellas, cayendo presa de comportamientos propios de trastornos alimenticios, como atracones.
Es decir, disminuye la necesidad de utilizar la comida como un medio de escape que proporcione placer en el corto plazo. Ya conocemos las consecuencias de este tipo de comportamientos.
¿Qué sucede con los estados mindfulness “Observar” y “Describir”?
Lo primero, es aclarar que los estudios no han sido consistentes, esto aplica para ambos casos, algunos estudios muestran correlación positiva y otros negativa.
No obstante, los investigadores aclaran que se deben hacer más estudios para aclarar la relación.
De igual forma, una posible explicación puede darse: en individuos con alto desarrollo en las actitudes mindfulness “Observar” y “Describir”, acompañado de un pobre desarrollo de las otras facetas mindfulness pueden caer en estados de hipervigilancia y señales de atención que desencadenen rutas a un aumento en síntomas de desórdenes alimenticios.
¿En cuales trastornos alimenticios es más relevante el mindfulness?
Aunque en términos generales mindfulness parece tener un efecto positivo sobre la disminución de síntomas de trastornos alimenticios, si hay algunos que se benefician en mayor medida.
Mindfulness o, atención plena está más fuertemente asociada con la insatisfacción corporal, los atracones y la alimentación emocional / externa.
La insatisfacción corporal puede verse disminuida gracias a la atención plena, ya que está promueve la consciencia en el momento presente, potencia el enfoque en las actividades cotidianas, lo que disminuye la comparación e, hipervigilancia del cuerpo, de cierta forma, disminuye la elevación del ego, del yo y acoge la aceptación del cuerpo.
En contra parte, estar insatisfecho con el cuerpo puede hacer que las personas centren su atención en el peso y, forma corporal, perdiendo foco en las experiencias.
Mindfulness también disminuye los síntomas de atracones ya que al regular las emociones, se aumenta la tolerancia a las situaciones de estrés, ayudando al individuo a permanecer en ellas, sin reaccionar con comportamientos mal adaptativos propios de las patologías alimenticias.
Adicional, al aumentar el sentido de interocepción, unido al estado “no reaccionar”, el individuo está en mejor condición para interpretar las señales reales de hambre versus la necesidad de comer como medio de escape a la incomodidad.
Este mismo efecto aplica para la alimentación emocional/ externa.
¿Qué sucede con las patologías alimenticias diagnosticadas?
Ahora, hablando en términos de patologías alimenticias diagnosticadas, la correlación más fuerte encontrada fue para la anorexia nerviosa. Las explicaciones ofrecidas vienen por dos vías:
- La primera es que mindfulness aumenta la interocepción, parece que quienes padecen anorexia nerviosa tienen muy poco desarrollado este sentido, lo que les dificulta reconocer las señales de su cuerpo, interpretarlo y verlo objetivamente.
- La segunda es que mindfulness aflora la flexibilidad mental, que normalmente es disminuida en estos pacientes, que por el contrario tienen rigidez psicológica y sienten necesidad de controlar sus pensamientos, sentimientos y sensaciones fisiológicas.
Conclusiones sobre la relevancia del mindfulness en trastornos alimenticios
La relevancia del mindfulness en trastornos alimenticios es moderada y, los efectos de este tipo de intervenciones son en general, positivos para los individuos.
Los estados mindfulness que mejores resultados arrojan son actuar con consciencia, no juzgar y, no reaccionar. Con practica constante y, protocolos de al menos 8 semanas, todos podemos alcanzar un desarrollo adecuado de estos estados.
Los resultados de los estudios científicos realizados son prometedores, sugieren que mindfulness puede ser beneficioso para todos los trastornos de la alimentación, es importante seguir investigando.
Se necesitan más estudios longitudinales que permitan evaluar cambios en el tiempo y, aclarar las causas y efectos de las intervenciones mindfulness en este ámbito.
Si quieres conocer más sobre mindfulness y alimentación, te invito a revisar este taller que promueve la alimentación saludable desde el cómo y el qué comemos.